Ahora que volvemos a la normalidad, actualizo el post del día de nochevieja, aun con un poco de retraso, pero las circunstancias y traslados han hecho complicado poder mantener al dia el blog.
La conexión a internet ha sido un problema a lo largo de todo el viaje. En los hoteles cuando la señal no era muy baja o inexistente, es porque era de pago, y tenia que buscarme la vida para ir a hoteles cercanos a tomar algo y pedirles la contraseña de la wifi para conectarme unos minutos.
Por otro lado tuvimos el problema de que el vuelo de conexión entre Tagbilaran y Caticlan para ir a Boracay, tenía una conexión de solo 2 horas !!! en Manila y había que cambiar de terminal, por lo que nos pasamos casi todo el día 1 buscando otras opciones para poder ir a boracay sin perder el vuelo de conexión. Y es que aunque parezca dificil de creer, en el aeropuerto de Manila 2 horas de escala pueden ser muy pocas y acabes perdiendo el vuelo de conexión. Sólo el cambio de terminal es una locura. El autobus lanzadera entre terminales tienes que esperarle entre 30 y 40 minutos, a lo que hay que añadir el tiempo de traslado por el atascado trafico habitual de Manila. En definitiva, que como no tengas suerte y el vuelo siguiente se retrase, pierdes un vuelo sin darte cuenta de porqué. Nosotros tuvimos suerte, pero pasamos casi un dia mirando otras opciones, que pasaban por perder una noche de hotel, ir a Cebu y coger otro vuelo por perdiendo los primeros y pagando 200 euros adicionales, mas una noche de hotel extra...
Finalmente tuvimos suerte, le quitamos un taxi a una señora, que se estaba casi subiendo ya pidiendola mil disculpas y llegamos a la terminal justo a tiempo para hacer el check in y esperar tranquilamente 2 horas que llevaba el vuelo de retraso. Estas cosas también pasan en el aeropuerto de Manila.
Pero volviendo a nochevieja 2014, y pese a que tampoco es que estuvieramos toda la noche de fiesta, fue un fin de año muy bueno y divertido.

Comenzó en nuestro propio hotel, el Bohol Divers Resort. Este en el que no habíamos parado mas que a dormir y poco, ya que la dejadez del personal y escasos servicios serios nos hacian cada dia ir a cualquier otro hotel para todo lo demas, ya fuera buceo, comida o tomar unas cerves en una terraza. Pues curiosamente, según bajabamos las escaleras nos llegó un olor a paella muy familiar y sorprendente. Fuimos al comedor y efectivamente, allí encontramos a este simpatico valenciano elaborando la que finalmente fue nuestra cena de nochevieja.

Dos paellas para un comedor absolutamente vacío de huespedes, que probablemente no se habían enterado de lo que allí se cocía, bien por la falta de información y carteles del evento o por el escaso interes de los empleados para atender a los pocos que se acercaban a preguntar y les dirigían al mostrador del hotel (en el que por cierto no habia nadie) a comprar un ticket para el bufet de paella. Surealista.

A nosotros nos vino genial de todos modos. Estuvimos charlando con el paellador y nos estuvo contando sus aventuras por estas tierras de Dios y como se tuvo que volver a España el año pasado despues de pasar tanto tifón y tanto terremoto. Este año lo ha fichado de cocinero el restaurante Arrozeria, en Manila. Propiedad de un vasco que tiene ya alguno de los mejores establecimientos de restauración de la capital filipina.

Despues de la opipara comida nos paseamos hasta el helado de rigor. Esta vez un helado de gengibre picante para mi, y otro de Guayabano para myriam. Es muy curioso tomarse un helado que despues del primer bocado dulzón te pegue una sacudida picante en la garganta. El de Myri sabia similar a la chirimoya.

Eso sí, este año se nos olvidaron las uvas. Pensamos que quizas podíamos haberlas conseguido aquí, pero estaban todas reservadas o vendidas y las pocas que quedaban eran mas mosto que uva y a precio de caviar. Asi que nos compramos unos m&ms que nos hicieron las veces y tras una cuenta atrás nos zampamos a destiempo unos lacasitos de colores que perpetuaban la tradicion a un modo testimonial.

Fuegos artificiales, bailes tradicionales, danzas con fuego, musica en directo... Un autentico despliegue de medios. Fuimos a lo largo de la playa buscando el mejor sitio. Todos (excepto nuestro hotel) habian sacado sus mejores galas, habian contratado musica en directo, espectaculos, puesto las mesas en la playa al borde del mar, ofrecian el mejor genero de pescado y marisco fresco... al fondo del todo, al final de la playa, el hotel mas lujoso o al menos el que mejor apariencia tenía, sacó en una gran esplanada un espectaculo abierto a todos los paseantes que se acercaran caminando por el borde de la playa y allí nos quedamos a pasar los ultimos minutos del 2014 y los primeros del año 20 15
Feliz Año a todos !!!
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